La verdad, que cada vez que escribo o leo el nombre de esta enfermedad, la nostalgia se apodera de mi, pues hace ya tres años que convivo con esta enfermedad, hace tres años que veo como mi abuelo pierde su memoria, olvida sus hábitos, su rutina, olvida quién es su familia, olvida sus nombres, olvida su nombre... olvida su vida.
Os cuento esto porque yo, hasta hace tres años no esta concienciada sobre esta enfermedad; la conocía, sabía que mucha gente la padecía, conocía sus efectos pero no despertaba mucha inquietud en mí. En el día de hoy tengo que decir que el Alzheimer despierta muchas inquietudes en mi, es más, es un colectivo con el que en un futuro me gustaría trabajar, pues no hay nada más gratificante que ayudar a estas personas a recordar, y apoyar a sus familias.
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